Sucede que
siempre me ha costado seguir motivada con las cosas que realmente quiero. En
primer lugar, porque al ver que las metas están tan lejanas e implican tanto
esfuerzo, el conformismo se muestra como una opción de vida cada vez más
seductora. Y en segundo lugar, soy demasiado positiva con respecto a la vida, y
tiendo a no estresarme por nada. Esto último implica que no tomo nada urgente, y
trato de relajarme lo más posible, por tanto ciertas cosas que tomo como “obligatorias”
se vuelven “relativas” con el paso de los días. Es por esto, que conociéndome,
creé hace semanas una especie de rutina para mantenerme motivada con las cosas
que hago. Esto empezó sin premeditación, pero luego me di cuenta que era algo
sumamente efectivo.
Todo esto
partió así: un día llegué tarde a mi casa después de la U y había pizza y bebida
servida para mí. Sabía que no era lo más sano para comer, pero me sentía
especialmente fea y desanimada ese día, y necesitaba alegrarme pequeñamente por
algo. Como siempre, la comida ha significado para mí una especie de
tranquilizante, y la como finalmente por ansiedad. Ese día estaba sola en mi
casa, por lo que puse mi computador en el comedor para acompañar mi comida con
una de mis series favoritas. Mientras esperaba que se cargara uno de los
capítulos, me metí a Facebook y una amiga había publicado un video de Dove “Real
Beauty Sketches”.
Lo empecé a ver,
y en la mitad del vídeo las lágrimas llegaron solas. Me sentí extrañamente
identificada con ese vídeo. Desde ese momento decidí que haría algo para cambiar
mi sentimiento, y al otro día partí con mi dieta. Estuve en esa dieta por tres
semanas, y me sentí realmente feliz y tranquila durante esos días. Bajé cerca
de 4 kilos, por lo que estaba orgullosa. Luego de esas tres semanas, tuve una
serie de eventos un poco estresantes en mi vida y perdí el hilo en las siguientes
tres semanas. Esas últimas semanas volví a sentirme mal. Mi dieta no estaba
controlada y evité hacer deporte en lo posible “porque no tenía tiempo, y me
sentía cansada”. No estaba motivada en cambiar, y me di cuenta que en parte, el
primer empuje de lo que había logrado hacer antes fue gracias al vídeo de Dove.
Necesitaba volver a estar motivada, por lo que decidí hacer algo: yo misma
haría mi propia Terapia del Shock, que me permitiría estar motivada con esta
dieta nuevamente. Y así que eso hice. Busqué en internet imágenes de
motivación, vi videos de casos reales, y empecé de nuevo. Con la Terapia del
Shock puedo conectarme con el lado más sensible y tomar consciencia de que en
verdad es necesario cambiar mis hábitos alimenticios para tener una vida mucho
más sana y para sentirme bien conmigo misma. Necesitaba cambiar mi mente
primero para poder cambiar mi cuerpo, y es por eso que creo en demasía en el
poder de la mente para lograr las cosas.
“Querer es
poder”, y mi propia terapia del shock ayuda para alinear mi mente y mi cuerpo
hacia los objetivos que quiero alcanzar. Si siguen lo que yo hice, no quiero
que se depriman “a propósito” para que luego quieran cambiar. Quiero que tomen
consciencia de lo necesario que es a veces cambiar de pensamiento y ánimo para
poder lograr las cosas. Hay que detenerse y reflexionar qué es lo que uno
quisiera cambiar para ser mejor. Y para ello, primero, es quererse uno mismo,
para luego tomar las decisiones que sean necesarias para poder llegar a las
metas propuestas.